Por ejemplo, ¿alguna vez te has preguntado por qué optamos
por una marca conocida en lugar de investigar las demás opciones? Este
fenómeno, conocido como “sesgo de disponibilidad”, es solo uno de muchos otros que
influyen en nuestras decisiones de compra.
Nuestro cerebro esta "cableado" para maximizar las recompensas y minimizar las pérdidas, este equilibrio delicado entre el deseo de ganar y el miedo a perder puede llevarnos a tomar decisiones impulsivas o evitar el riesgo en su totalidad.
Otro sesgo importante es la aversión a la pérdida, que nos hace valorar más la pérdida que la ganancia equivalente. Esto puede llevarnos a tomar decisiones irrazonables, como vender acciones en pánico durante una caída del mercado, en lugar de mantenerlas y esperar a que se recuperen.
En el ámbito de las decisiones de compra, los sesgos cognitivos también juegan un papel crucial. Por ejemplo, el efecto “manada” nos lleva a seguir las decisiones de otros en lugar de confiar en nuestra propia evaluación de un producto o servicio. Además, el sesgo del presente nos hace sobrevalorar las gratificaciones instantáneas, como las ofertas y los descuentos, a expensas de beneficios a largo plazo, como el ahorro para la jubilación.Pero ¿cómo podemos reconocer y mitigar estos sesgos al tomar decisiones económicas?
La innovación en la inteligencia artificial puede hacernos creer que podemos emplearla como asesor o ayudante para mejorar nuestras decisiones, por ejemplo, como los “roboadvisors” o asesor financiero virtual. Sin embargo, es importante recordar que incluso las IA pueden verse afectadas por sesgos, como el sesgo histórico, que surge porque, para su entrenamiento, se utilizó información humana que contiene sesgos. Además en la construcción de estos modelos también surgen sesgos como el de la representación.
En conclusión, los sesgos cognitivos pueden influir en cómo percibimos la información y cómo respondemos a ella en el contexto de nuestras finanzas personales, es por ello que entender esto es fundamental para tomar decisiones más informadas y efectivas. Al reconocer y mitigar estos sesgos, podemos mejorar nuestra capacidad para administrar nuestras finanzas y alcanzar nuestros objetivos económicos a largo plazo.
Bibliografía
CORTADA, N. (2008): “Los sesgos cognitivos en la toma de
decisiones”, International Journal of Psychological Research, nº 1 (1).
BALTRA, A. (1975): Teoría económica, Editorial Andrés Bello.
THALER, R. y SUNSTEIN, C. (2008): Un pequeño empujón: El
impulso que necesitas para tomar mejores decisiones sobre salud, dinero y
felicidad, Santillana Ediciones, S. L.
ResponderEliminarQue interesante análisis del impacto de los sesgos cognitivos en la toma de decisiones financieras. Es fascinante como la economía del comportamiento nos dice que no siempre somos tan racionales como pensamos y reconocer estos sesgos es crucial para tomar decisiones más informadas. Aunque me surgió una pregunta ¿Cómo crees que podríamos aplicar la teoría del "nudge" en la vida cotidiana para contrarrestar estos sesgos y mejorar la toma de decisiones financieras?
¡Hola Carolina! ¡Qué bueno que estás interesada en este tema! La teoría del 'nudge' es como dar pequeños empujones para tomar mejores decisiones sin siquiera darnos cuenta. Por ejemplo, puedes automatizar parte de tu dinero para ahorrar gradualmente hacia el futuro, como para ir a un concierto o un viaje que te guste, aprovechando nuestra tendencia a mantener la configuración predeterminada una vez establecida. También, puedes hacer tu lista de compras antes de ir al supermercado, marcando los productos saludables o en oferta para elegir opciones más económicas y beneficiosas y así, evitar caer en la compra impulsiva de cosas innecesarias. Estos son sólo algunos pequeños cambios que no solo te ayudarán a manejar mejor tus finanzas, sino que también te permitirán disfrutar más de tus decisiones económicas conscientes y planificadas. ¡Espero que estos consejos te sean útiles para mejorar tus hábitos financieros y alcanzar tus metas!
Eliminar¡Esta publicación es muy educativa! Ya que, busca analizar cómo los sesgos cognitivos en nuestras decisiones financieras y de compra. Resalta ejemplos como, el efecto anclaje, la aversión a la pérdida y el efecto "manada", demostrando cómo los sesgos pueden llevarnos a tomar decisiones irracionales que van en contra de nuestros intereses financieros a largo plazo. De la misma forma que entrega sugerencias útiles para mitigar estos sesgos, como el uso de la teoría del "nudge", la educación financiera y la consulta con asesores.
ResponderEliminar¡Hola Alondra! Me alegra mucho saber que la publicación fue educativa. Efectivamente, los sesgos cognitivos son interesantes porque influyen en nuestras decisiones financieras más de lo que imaginamos. ¡Gracias por tu participación en el blog!
EliminarEsta publicación me hace reflexionar inmensamente, porque particularmente me dejé guiar por las "ofertas" o "promociones" para hacer una "buena compra", además por marcas específicas para comprar productos que necesito que duren bastante tiempo y eso con base en criterios que los validan la experiencia propia y comentarios de terceros. Gracias a tu publicación he aprendido el concepto técnico de aquello que influencia constantemente mis decisiones: "los sesgos cognitivos" y me incrementas esa sed de aprender más sobre materia financiera, porque como has expuesto acá, es crucial para ser más hábil, consciente a la hora de decidir y garantizar el logro de nuestro objetivo financiero. También, medito en la expresión de Richard Thaler "lo peligroso sobre los sesgos cognitivos es que fácilmente los reconocemos cuando actúan en los demás, pero no en nosotros mismo", que para mí tiene mucho sentido y ciertamente, nos conviene poner más cuidado en nuestras acciones y menos cuidado en las de los otros.
ResponderEliminar¡Hola Priscila! Gracias por compartir tu reflexión. Muchas personas, incluyéndome a mí, hemos caído en la trampa de las "ofertas" y en la influencia de marcas reconocidas. Reconocer cómo los sesgos cognitivos afectan nuestras decisiones es un paso fundamental hacia una mayor habilidad financiera. Me alegra saber que la publicación te ha ayudado a comprender mejor estos conceptos y a despertar tu interés por aprender más sobre finanzas personales. ¡Gracias por compartir tu experiencia!
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